Friday, January 14, 2022

 


EL HUECO.

En pleno centro de una avenida principal desde hacia varios años aparecia un hueco que repellaban, como vieja con colorete, las distintas brigadas de destrucción( perdón, quise decir de construcción) que ante quejas de los vecinos perjudicados, les reclamaban que se terminara de hacer una total reparación, pues la última mal hecha databada de casi una década, tiempo este en que ellos enviaron tantas cartas a distintos organismos, que a su entender se habian limpiado el trasero con ellas o que con las mismas habian hecho pelotas de papel y practicado el tiro al aro cuando las tiraban al cesto de la baura. Lo cierto es que ya el hueco tenía dimensiones de casi laguna, como para echarle peces y que los vecinos se pusieran a pescar. Y encima de eso habia que agregar que por el dichoso hueco los distintos transportes (camiones, guaguas , etc.) que con anterioridad pasaban por alli, desde hacia tiempo se tenian que desviar casi un kilómetro con un gasto extra de combustible, que sumado en años, se hubieran podido utilizar  para que en Cuba no hubieran apagones. Asi las cosas, el dia menos pensado se apareció ante el hueco, una coimisión creada con distintas comisiones con la finalidad de crar otra comisión para terminar de una vez y por todas con aquel animal ( asi lo nombró uno de los representantes presentes) pues sabía que a aquello tan grande no se le podia decir ni bache, hueco, ni laguna. De entrada nadie sabía con exactitud que se podía hacer allí y hasta alguno, no se sabe si en broma o por brutalidad, propuso que le dieran mas tiempos y a lo mejor en cualquier momento comenzaba a salir petroleo. Después de estar un ratico midiendo profundidad y ancho del HP hueco como ya era conocido por los perjudicados vecinos y sacando cuentas de cuanto material y mano de obra hacian falta para llevar a cabo una verdadera reparación, y como ya era hora de almuerzo, decidieron marcharse y regresar mas tarde. Pero como no hubo tal regreso ni mas tarde, ni en otros dias, semanas y meses, hubo un encabronado vecino, mas que los otros, que dijo: Ojala se los haya tragado el hueco. Saludos: Escritor Modesto Reyes Canto.

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