COMO QUEMAR CALORIAS Y NO MORIR EN EL INCENDIO.
Nada mas que me senté a ver televisión, en pantalla, en uno de esos realitys show, se vio la figura de una señora muy gorda y que lloraba por que su marido, mas gordo que ella, la mantenia en una dieta donde, entre otros alimentos le prohibia terminantemente entrarle puercamente al puerco. El presentador del programa, con las clarar intenciones de vender algo, le decía al esposo que eso era abusivo lo que estaba haciendo con ella y que con las pastillas anti-calorias que él les podía vender a precio descontado y ambos podian comer lo que quisieran y sin preocupación alguna con las dañinas calorias. Ya salió aquello!!!, grité al televisor e inmediatamente cambié de canal y asombrosamente en pantalla estaban los gordos anteriores, pero esta vez traducido al espanol, con una traduccion tan mala que no se entendía si los gordos eran con los que el presentador vende pastillas quería hacer un negocio redondo o el mismo presentador, Vuelvó a cambiar el canal. En el siguiente apareció una flaca que parecía que se habia muerto hacía años y la tenian conservada en formol,y la cual se puso a hablar sobre la quema de calorias lograda con las maravillosas pastillas a la venta. El Hilito, como ya la bauticé, al hablar tenía un bozarrón que ni Plácido Domingo en sus buenos tiempos e incluso, habló y puso en venta otras pastillas para eliminar colesterol, presión arterial alta, y algunas hasta para la impotencia masculina, que según ella, eran las mujeres las que mas la sufrian. Lo anterior lo decía con una media sonrisa pícara en su rostro. Ya cansado de ver y escuchar al vende pastillas y sus secuaces, decidí darme una vuelta por un supermercado para averiguar cual es la jodedra esa que en la actualidad hay con las calorias.
En el interior de dicho establecimiento me encontré a muchas personas leyendo las envolturas de las latas y productos congelados, muchos de los cuales eran desechados pues no los colocaban en sus carritos, porque al perecer, pensé yo, habian leido en los mismos que lo que contenian dentro y que se había utilizado para su fabricación y conservación, era mas peligroso que tener en la mano una granada con el anillo quitado.
En mi ignorancia dietética, porque verdaderamente soy de los que mete para adentro y si hay lios con eso del colesterol bueno y malo, les mando un par de chuletas de puercos y que ellos alla adentro resulvan sobre esa enfermedad de las tantas llamadas silenciosas. (aqui hago un alto: Silenciosa es la letra H y a continuación agreguele una P para que vea que clase de escándalo va a armar la llamada letra muda). Continuo. Le pretegunté a alguien que leía y con aire de ser todo un erudito, me contestó: Las calarias!!! Eso es peligrosisimo para la salud humana.Y como al que le pregunté, por su extremada gordura, era un negocio redondo para cualquier pillo que se quisiera buscar mas de un peso con el y para mis adentros ( porque aparte de gordo estaba grande) me dije: Este debería estar en la fila de los carbones para encender bar-B- Q
Mas adelante en el Super me encontré con un señor bastante entrado en años, casi que pidiendo funerar y entierro, y ante mi pregunta de que era lo que leia en las etiquetas, me contestó: Las Calorias, e inmediatamente agregó: Hasta hace poco yo las quemaba corriendo cuatro o cinco millas diariamente, pero en la ultima carrera que di, recorri 15 millas a 80 millas por hora dentro de una ambulancia y el médico me dijo, que para carrer los caballos.
En mi recorrido indagatorio sobre lo que ya algunos me decian sobre las en moda HP calorias y tras escuchar que también habia que tener mucho cuidado con las químicas que se utilizababn para fabricar el producto que se iba a comer, porque muchas podian enfriar al mas caliente de los quema calorias. Asi las cosas y casi que aceptando a regañadientes de que las calorias pueden ser dañinas para la salud humana, decidi prepararme para una batalla calórica: Me compré un paquete de condones y me dije: Con esto puesto y una buena hembra en mi cama, el incendio quema calorias que voy a crear va a ser peor que el que casi destruyó a Roma.
Autor: Modesto Reyes Canto.
