EL CURA Y LOS CUBANOS.

A un pequeño pueblo de Cuba llega un nuevo cura y desde el primer encuentro con los fieles, en domino de misa, se ve que la tiene cogida con los cubanos, pues  dice lo siguiente: Cruxificaron a nuestro Señor Jesus Cristo y muchos después de su cruxificación quisieron lavarse las manos, como fue el caso de Poncio Pilatos. Pero qué se podía esperar de él, si todos sabemos que él era cubano ?.

Aquello no le cayó nada bien a los fieles y algunos hasta le protestaron, pero al Cura le importó un bledo y en el próximo sermón, al siguiente domingo, soltó otra aun peor: Y en aquellos tiempos andaba por Jerusalén una bulgar prostituta llamada Maria Magdalena. Se acostaba con cualquiera y donde sea. Pero, qué se podía esperar de esa puta, si todos sabian que era cubana.

Ahi mismo se armó tremendo escándalo. Hubo alguien que , para demostrar su cubanidad ,sacrificadamente, le tiró al Padre, un aguacate madurito que se acababa de robar del patio de un vecino, exactamente cinco minutos antes de entrar a la iglesia para pedir perdón por los pecados cometidos la pasada seman y los que pensaba cometer en esta que recién comenzaba

Otros de los presentes plantearon la necesidad de crear distintas comisiones para investigar  la conducta del  comemierda HP curita como ya le decian. Y hubo hasta el que propuso traer  a algunos  inspectores para que les clavaran algunas buenas multas para que no siguiera jodiendo con los cubanos.

Así las cosas varios feligreses fueron a ver al Obispo para contarle a su vez lo que estaba sucediendo en la iglesia con el nuevo cura. Este a su vez llamó al Padre y le dijo que la casa de Dios era de todos y que él no la podía utilizar para tratar de denigrar a los cubanos, aunque estos no les gustaran porque hablaban mucha mierda, alto y moviendo manos y brazos. También le advirtió muy firmemente que en sus sermones no fuera amencionar mas la palabra Cuba ni cubanos, porque si lo hacía lo iba excomulgar y a sacarlo de la iglesia a patadas por el culo.

Enteredos los fieles cubanos de la muy cubana firme advertencia que le hizo el Obispo al cura, al siguiente Domingo la iglesia se abarrotó de cubanos creyentes y hasta de los que no creian ni en la madre de los tomates, pero que habian asistido ese domingo en son de venganza patriótica y todos con una sonrisa triunfallista en sus rostros.

Salió el cura a escena y mirando a todos los presente, dijo: Y llegó la cena final. Se sentó Jesus rodeado de sus doce discipulos, entre ellos el traidos Judas Iscariot y manifestó: Mañana antes de que amanezca y cante el gallo, uno de ustedes me va a traicionar por unas monedas y señalando a Judas le dijo: Y vas  ser tú, Judas.

Este, según el relato del Padre,al escuchar su nombre, se levantó indignado y le gritó:  Chico. Pero asere, que bolaaaa contigo. La tienes cogida conmigo

Adaptación: Escritor Modesto Reyes Canto.