Saturday, March 31, 2012

"CACERIA”

Creo que el primer sueño de un niño, después de dos o tres caidas y darse cuenta por las malas de que nunca va a ser Supermân, es ser un buen deportista.
Recuerdo que aun siendo  muy niño en mi pais, Cuba, el deporte preferido era y lo sigue siendo la Pelota(Baseball) y no había un solo muchacho que no quisiera ser menos que el pitcher estrella del momento o el cuarto bate jonronero capaz “de llevarse la cerca” aunque estuviera a casi un kilómetro porque en dicho terreno no existía la tal cerca que había que llevarse. Otro deporte que llamaba mucho la atención infantil, quizás para tener alguna preparación de defensa por si por el camino había que defenderse de alguien, era el boxeo; Jack Dempsey, Joe Louis, Rocky Marciano…Uno hubiera querido ser cualquiera de ellos e incluso alguno del patio aunque le rompieran las manos al contrario con la cara de ellos.
Ahora bien, yo,con mi imaginatíva mente, quise emular y hasta superar a todos los deportistas de la época, y en todos los deportes.
Para empezar me di a la tarea de meterme a pitcher de un equipo de barrio, un equipito de manigua, visto hoy dia,( y tambié en aquella época ) con un bate de majagua mal moldeado pues tenía mas curvas que las que lanzaba el pitcher contrario, tres guantes para nueve jugadores y una pelota con mas esparadrâpo que el que se utiliza en la emergencia de un hospital un fín de semana movido. El terreno donde se practicaba y donde se jugaba, nunca estuvo plano ni en los mapas de los que le fueron a la contraria a Colón con aquella jodedera suya de que la tierra era como un huevo. Lo cierto es que en el mencionado terreno había huecos hasta como para poner turbina y sacar agua aunque fueran riempos de sequía. El primer dia de un campeonato que se había armado el dia anterior tuve la dicha-o des- de abrir como pitcher, pues el que supuestamente iba a abrir en esa deseada posición,el dia anterior, en una practica, se había partido un pie, la cadera y tres costillas por una mala pisada que dio en el terreno que tal parecía  estar construido para dar dichas malas pisadas. La cuestión fué, tajantemente y sin rodeos, que me fuí o me fueron, a los tres primeros”hits”con dos dobles, tres jonrones y nueve carreras que me hicieron en el mismo primer inning. Mi “maneger” se encabronó tanto conmigo que se puso de batador contrario y también pudo recorrer las bases después de dar un batazo que se llevó hasta las cercas de los barrios vecinos. Debo reconocer que implanté un record en mi barrio, negativo, pero record al fin…y que aun  se mantiene intacto.
Después de aquel catastrófico desastre beisbolero, me dediqué por entero,dia y noche y aun dormido, al basketball. Me preparé de tal forma que me sentía superior al futuro Michael Jordan en sus mejores tiempos. No había entrenamiento que no metiera cien canastas... jugando en solitario.
El problema fué cuando llegaron a confrontarme los cinco contrarios.
Lo menos que hice fué colar la pelota dos veces en el aro enemigo y unas tres o cuatro en las gradas.
“Nunca te des por vencido”, reza la vieja y conocida frase, y ésa me la apliqué yo cuando deportívamente me traté de meter a boxeador. Digo “me traté”, porque de ahí no pasó el intento de un casi seis pies de estatura y un poquito mas de cien libras. Verdaderamente en aquella época estaba tan mal cuidado que me parecía a una mala palabra.
“La pera!, me gritaba el entrenador.”El puching bag!” ,me vovía a gritar.” Arriba a correr,a correr!.  Piernas, piernas…! Mueve las piernas….!
Mete la barriga…! Ladea la cabeza!!!
En fin, que con aquel para mi brutal entrenamiento y habiéndome enterado que a mi primer contrario le decian “patada de Mulo” por la descomunal pegada que tenía más que demostrada con algunos osados contrarios que se le enfrentraron, colgué los guantes sin haberlos estrenado. Ese fué mi último intento atlético deportivamente hablando. Ahora todas mis competencias en cualquier deporte, hasta los llamados extremos, las gano, sin perder ninguna, viendolas por televisión; Si veo una pelea de boxeo llego a la conclusión de yo lo hubiese hecho mejor que el que perdió y así doy mis opiniones y consejos para convertir cualquier revéz en victoria. Es muy cierto lo que se dice que “afuera del agua todo el mundo nada” pero por lo menos no se corre el riego de perder ni jugando contra un equipo contrario y uno solo contra ellos en el deporte que sea, pues definitivamente nunca he visto irse derrotado a un deportista de butaca.

Nota: Si desea adquirir la novela El Diálogo de la Vagina, de mi autoría, ya lo puede hacer a través de Amazón-Kindle o http://www.amazón.com/dp/b00owl2jj8

Escribe : Modesto Reyes Canto

Arte:Karen Reyes.

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