En Estados Unidos, al igual que en otras latitudes, hay cosas que se han creado para llamar la atención independientemente de la función que pudieran tener; un auto deportivo descapotable, un edificio tan alto que tal parece que al final debe tener un cartel que diga “continuarâ”, una playa bonita que a la hora de anunciarla como posible destino turístico lo que se ve más bonita de dicha playa son las muchachas, requetebonitas por más señas y, como es de suponer, con sus respectivas tangas que hacen que usted se fije en todo lo bonito que tienen ellas, menos en la playa que le están tratando de “vender”.
Ahora bien, una de las cosas que más me llama la atención en USA son las llamadas carnicerías Latinas, que abundan en nuestros barrios hispanos.Y de ellas lo que verdaderamente más me atraen son los llamados maestros carniceros!
Un carnicero es un profesor de anatomía animal que se conoce el cuerpo de una res sin equivocar ni una bola ni un tendón.
Cualquier carnicero, el más humilde, es capaz cuchillo en mano, de indicarle a uno, que lo único que sabe de carne es comérla, cual es la parte mas blanda en una res. Puede que haya discrepancias entre ellos; que si la palomilla, la riñonada, la cañada, la fajita, la bola, todo depende de cual parte dura no ha podido vender. Pero cuando usted ested, de cliente frente al carnicero, se va a marchar de la carnicería convencido de que lleva para su casa la carne más suave del mundo, aunque luego en la cocina para ablandar a esa blanda parte, tenga que meter mano a un martillo o mini-mandarria para poderla digerir sin correr el riesgo de perder algunos dientes. Eso si, no pierda su tiempo en decirle a su carnicero, cuando lo vea la siguiente vez, que la carne que le vendió le salió “mas dura que un palo”. Su carnicero siempre tendrá una defensa preparada adquirida a travéz de los años vendiendo casi ladrillos; Que si el corte salió atravezado. Que si usted le dio mucha o poca candela. Que debió haberla pasado dos veces por la maquina.Y por si todo lo anterior fuera poco, y para disipar cualquier duda que tenga todavía, le hablará de sus tantísimos años en el oficio allá en su pueblo de origen.Y usted se irá convencido que el carnicero le vendió la parte más blanda de la vaca, y al final va a dudar hasta de sus pocas habilidades para freir, no solamente un bistec, sino hasta dos huevos.
Un carnicero que se aprecie y respete como tal lleva su oficio más allá de los límites de la carnicería: Si hay elecciones ellos salen a votar no en grupo o en cantidades, lo hacen en masa, palabra esta que la relacionan con lo que se fríe de, digamos, un puerco.
A la hora de ver televisión prefieren los programas musicales donde se vean muchas bailarinas de buen ver con más carne al aire que ropa puesta. Eso para ellos significa la abundancia de la masa llevada al arte.
Para un carnicero no hay carne descompuesta aunque la carniceria esté rodeada de zopilotes o auras tiñosas. Lo más que usted llegará a escuchar de él ante su protesta por el mal olor, es que le diga que lo que tiene la carne es falta de frio y si usted le hace caso y se la”dispara”casi seguro que terminará en el ‘reparto los boca arriba”.
Eso si, los carniceros a la hora de atenderlos también se dedican a mucho más que simplemente cortarle la carne.También le darán ideas de qué carne es mejor para hacerla con papas.Que cuál es mejor para asarla.Y todas van a ser las más blandas.Y si usted es cubano o de Canarias y quiere hacer una “ropa vieja”(carne en tiritas), el carnicero le va a dar un pedazo de falda de la misma que anteriormente le vendió a un nicaraguense como churrasco y a un mexicano como fajita.Y esto me recuerda aquel viejo refrân que dice:”El cazador apunta dependiendo del ave”.
Por todo lo anterior, como dice la frase, ya yo “estoy curado de espanto”y siempre a la defensiva. No hace mucho entré a una carnicería con la idea de comprar un buen filete. Ante mi pedido el carnicero me dijo que no tenía, pero inmediatamente me enseñó una tira de carne que ante mis ojos se hizo sospechosa de ser más dura que la piedad de un rico, y con aire triunfal exclamó: “Como ya le dije filete no tengo, pero si lo que usted busca es algo blando…le garantizo que esta es la parte más blanda de la vaca”.
Lo miré risueñamente y seguí camino a la nevera. Al regreso me paré frente a él y le dije: Esta es la parte mas blanda en una vaca. Y victoriosamente le mostré un galón de leche!!!
Escribe: Modesto Reyes Canto.
Arte: Karen Reyes
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