Tal como dice el título de esta casi crónica, así deciamos antes cuando ibamos a ingerir algún alimento y cuya única precaución
que se tomaba con él era que no estuviera envenenado, pero ya no, pues ahora por
las distintas reglas dietéticas existentes la frase es que “ LO QUE ENGORDA MATA” y producto de eso se ha desatado una crísis colectiva contra todo lo que
tenga exceso de calorias, que ya practicamente, en público, da verguenza entrarle
puercamente al puerco, porque se corre el riego de que se te acerquen unos
cuantos nutricionístas y hasta alguien de la sociedad protectora de animales y te echen un discurso de las desventajas contra la
salud que significa introducirle al cuerpo todo ese colesterol vivo que posee
un cerdo y más cuando desde hace tiempo está muy de moda que todo médico que se
respete como tal, lo primero que hará al usted entrar a su consulta es ordenarle
un examen de laboratorio para saber como anda esa bronca en su sangre entre el
colesterol llamado bueno y el malo.
Hoy
en dia se ha determinado por la ciencia médica que es imposible que exista un
ser humano que abandone la vida sanamente y por tanto algo tiene que tener ese
que a llegado hasta una consulta médica con ese pequeño dolor abdominal y, si el futuro paciente posee un buen seguro
médico, que se prepare para que le hagan todo tipo de pruebas clínicas para
averiguar el origen de ese dolorcito. El cuéntame tu vida con respecto a la
salud llegará hasta el de qué murió el tatarabuelo de tu tatarabuelo pues,
según los advances en la rama de la medicina, casi todas las enfermedades
vienen en los gen (antes se decía en la sangre). Ahora, si usted no tiene ese
seguro de salud que incongruentemente es para que lo utilicen los enfermos, a
lo más que va a llegar en el pronóstico clínico, al diagnóstico más certero que
usted va a recibir, es que le digan que lo suyo se trata de un aire encajado o dicho popularmente, un pedo
atravezado y le recetarán un par de la milagrosa barata aspirina y a ver qué pasa.
Si
su problema es de sobrepeso que se le observa a simple vista por el volumen de
su barriga, el doctor inmediatamente le va a enviar a hacer unos analisís clínícos
para que a través de ellos poder detectar si usted padece de alguna de las tres
principales enfermedades llamadas asesinos silenciosos; Colesterol, presión
arterial alta y azucar en la sangre,esta última con niveles superiores a la producción de
ese dulce producido por un central azucarero en plena molienda. Sobre su
voluptuoso abdomen, si dichas pruebas dan negativas, el doctor va a llegar a la
conclusión que la culpa de esa voluptuosidad se debe a la levadura de cerveza.
Ahora bien. Si usted está pasado de peso al extremo de ser considerado obeso, el
facultatívo lo va a poner en una dieta rigurosa y a hacer ejercicios que sean
más fuertes que el de afeitarse cada tres dias y abrocharse los cordones de los zapatos cada dos, con la advertencia de que si
sigue ese plán al pie de la letra y ayudado por sus pies por las millas que va tener que correr, poco a poco comenzará a ver los resultados
que usted desea. Y ahí mismo comienza su lucha por lograr perder las 150 libras que tiene de más y que las adquirió en
diez o quince años, para hacerlas desaparecer en un par de meses. Y entrarâ en
ese mundo fantasioso de las llamadas pastillas milagrosas que le prometen bajar
cinco kilos semanalas con solamente tomar dos diarias. Claro, si antes de
comprar esa esperanza usted lee las letricas chiquitas escondidas en el anuncio
podrâ leer, casi siempre con ayuda de una potente lupa con igual o más potencia
que un telescopio de la NASA, que ahí le advierten que para que dicho
medicamento funcione usted debe de dejar de comer como ese puerco que tanto le
gusta y correr no menos de diez kilometros diariamente, si no dichas pastillas
no darán ningún resultado. Por el camino en su afán de perder peso corporal se
encontrará muchas ofertas dieteticas para lograr su objetivo y que realmente en la gran
mayoría de los casos el único peso que le harán perder y por sacos, es el que tiene
un valor de cien centavos. Pero usted sigue insistiendo y en su guerra contra
las libras de más adquirirá maquinas de ejercicios, fajas quema calorias y
cuanta porquería le anuncie el que se va a buscar el billete con su
acumulación de grasa. A la larga, o sigue las recomendaciones médicas de bajar
de peso poco a poco o termina declarandose un gordo oficial y además en
bancarrota.
Lo
cierto es que la obesidad puede traer consequencias graves para la salud, pero
tampoco es menos cierto que hay muchisimos gordos que pasan las ocho décadas de
vida y las trescientas libras de peso y aun siguen metiendo para abajo y son
hasta capaz de bailar alguna música movida aunque sea de lado y aclaro que esos
movimientos laterales no tienen nada que ver con lo que marca la báscula, sino
para evitar que se le parta la famosa cadera que casi siempre se le parte a todos los que tienen un saquito
de años o un sacón de grasa en el cuerpo y se ponen a hacer cosas no propias para la edad o el peso que se tiene aunque se pretenda esconderla con cirugias las unas y hasta con actas de nacimiento falsificadas los otros. Y finalmente. El que
usted esté gordo no quiere decir que va a estar lleno de enfermedades y que debe
vivir preocupado por su gordura. Y si le toca irse para donde todo el mundo
irremediáblemente termina yendo, da lo mismo si se fué porque le dió una
zimbumbia, sirimba,chiripiolca, patatún o una cosa porque estaba muy gordo o muy flaco, pues estos últimos también se van cuando les toca. Lo real es que, como dice la
letra de ese conocido corrido norteño llamado “El Rico Pobre” e interpretado
magistralmente por Carlos y José, “para que tanto problema si de este mundo nos
vamos”.
Nota: Ya se puede adquirir en Amazon-Kindle la novela de mi autoría titulada El Diálogo de la Vagina (nada de pornografía) También se puede acceder a ella en http://www.Amazon.com/dp/b00owl2jj8 Y lo mejor: A precio de casi mercado de pulgas.
Nota: Ya se puede adquirir en Amazon-Kindle la novela de mi autoría titulada El Diálogo de la Vagina (nada de pornografía) También se puede acceder a ella en http://www.Amazon.com/dp/b00owl2jj8 Y lo mejor: A precio de casi mercado de pulgas.
Escribe:
Modesto Reyes Canto.
Arte:
Karen Reyes.
No comments:
Post a Comment