Pero como vivo convencido que” testarudo y
humano van siempre de la mano”, se que usted
amigo lector, no va a seguir el consejo de que no lea esto y lo va a leer.
Así que siga adelante y entérese de que se trata esta crónica cargada de estiércol.
Se
dice, no con mucha razón, que los cubanos tendemos a hablar mierda, quizâs se
deba a que somos un poco exagerados a la hora de expresarnos. Por ejemplo: Si
un auto pasa frente a nosotros a una velocidad superior a la permitida por la
ley inmediatamente decimos que ese auto iba a millón. Que si a alguien se le
fractura un dedo de la mano, cuando el rumor comienza a rodar, la noticia se
déja escuchar como que si el del dedo partido murió decapitado. A un tabaco
grande le decimos tabacón. A alguien que no sabe bailar le decimos patón o que tiene los dos pies izquierdos. Nosotros cuando peleamos no damos o recibimos una
trompada sino un trompón. A un grupo de personas le decimos un montón. Una
mujer que tenga sus gluteos traseros algo grandes le decimos y asi se conocerâ siempre, como
fulanita de tal la que tiene tremendo culón y de paso esa condición que hace
voltear la vista a más de un hombre, servirâ como punto de referencia para dar
una dirección. A una fiesta que asistimos y que quedó muy buena y divertida
queda bautizada como fiestón. La de los senos grandes del barrio siempre se
conocerá como la tetona . Y si alguien a la hora de emprender una carrera no
corre mucho, también le decimos que es un patón. Otros señalamientos exagerados que hacemos es cuando
queremos referirnos al narizón, orejón o cabezón para identificar a cualquiera
que tenga algo grande esas partes físicas. A un aguacate grande, manjar obligatorio
en cada mesa cubana cuando dicha fruta está en su temporada, se le dice
aguacatón y a un recostado que no le gusta trabajar se le llama huevón.Tampoco
es menos cierto que a esa palabra
apestosa conocida por mierda le damos mucha utilización en nuestro vocabulario
de uso diario. Y ahí les va algunos ejemplos: Se compra usted un auto de lujo
que le costó mucho más que un ojo de la cara y lo primero que hace es llevarlo a donde un
amigo para que lo vea y le de su opinión sobre la compra que hizo. Su amigo al
ver al vehículo lo primero que se le ocurre decir es “tremenda mierda que te
compraste” y de ahí en adelante vendrân otras preguntas; y cuânto te costó esta
mierda?. Y a qué velocidad corre esta mierda?. Con sus preguntas de la manera
en que se las hace usted termina creyendo y casi convencido, si no conoce bien
la manera de hablar de un cubano, que lo que se ha comprado es una porquería y
es muy posible que al amigo lo mande para la mismísima mierda , lugar este que
ningún cubano sabe donde queda pero que en el trayecto de su vida en varias
oportunidades lo han mandado para esa dirección inexistente pues no está registrada en ningún mapa como tal.
En
otras oportunidades donde se utiliza mucho la palabra a la cual nos estamos
refiriendo es en todo lo que tiene que ver con gastronomía. Una comida que no
sabe a nada es una mierda. Un restaurante que cocina mal es tremenda porquería
y un cocinero que verdaderamente no sabe cocinar es tremendo comemierda.
Comemierda también es aquel que no sabe nada y se cree que sabe más que todo el
mundo.
Alguien
muy entretenido siempre lo que está es comiendo mierda.
Si
a alguien le hacen algo que no fué de su agrado, como que un amigo se le vaya
con su novia o esposa( la tuya no la de él) o que lo estafen en un negocio,lo que le hicieron fue tremenda mierda. También en la política concideramos que todo político a la hora de hablar, que no diga lo que queremos escuchar, es porque está hablando mierda Ahora
bien. Todo lo anterior no significa que los cubanos seamos unos habla mierda.
Lo que sucede es que como somos un pueblo divertido tiramos casi todo a esa
palabra. Hasta en los funerales. He asistido a alguno que cuando a llegado una
corona de flores para el difunto y ha sido de tamaño muy pequeña he escuchado a
algún familiar del que está siendo velado expresar en alta voz: --Mira que
clase de flores más mierderas ha enviado fulanito de tal , no déja de ser un
mierdero.
En
fin, hablar con la palabra mierda en la boca no significa que uno se la coma. Y
como buen cubano de barrio que soy, no termino esta crónica algo intestinal con
un fin, al fin, por fin, terminó, etc. Lo digo como debe ser a tono con lo que
usted leyó: Se acabó esta mierda.
Escribe:
Modesto Reyes Canto.
Arte:
Karen Reyes.
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